Hace tiempo, alrededor de las vísperas de navidad, veía televisión en casa de mis abuelos, pasaban por la televisión el mundial de poker y 2 personas se batían por practicamente todo el dinero en juego.
Ahora, si uno sabe las reglas báscas del Poker, puede saber que un Full es una mano ganadora, y que tiene que ser jugada.
Bueno, uno de nuestros amigos apostadores tenía en su mano un full (no recuerdo que combinacion era) y el dinero de la mesa a su merced. Hizo lo que todos los jugadores de poker hubieran hechom actuó con algo de cautela para no revelar su mano, controló su juego y al final solo él y otro quedaban cuando la última carta se reveló, el había tenido que apostar todo lo que tenía, pero no importaba, tenía Full e iba a ganar, más bien, esa mano era obligada a jugarla, nada podía salir mal.
Pero como en el Titanic, algo salió mal, y en este caso el iceberg se transformó en una escalera, algo ridiculamente dificil de sacar (en toda mi vida jugando solo una vez saqué una escalera, flor imperial de corazónes), y perdió. Contra los años de juego, perdió. La creencia absoluta de que con un Full ganas la partida fué su perdición, pues nunca esperó que alguien sacara algo mejor. Fue derrotado por su propio paradigma.
No importa cuantas miles de veces se haya cumplido este, en el momento en el que el paradigma tenía que cumplirse, este falla, y como consecuencia, este amigo perdió varios millones de dolares y se fué a su casa casi como volvió.
Así de peligrosos son los paradigmas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Me gustó mucho este ejemplo (te lo había comentado en clase).
=)
Publicar un comentario